Al Capone sigue siendo uno de los más famosos residentes de la Roca. En un libro de memorias escrito por Warden James Johnston que recordaba la intensidad del interés público en torno a Capone.
Alcatraz era bombardeado continuamente de preguntas acerca de Big Al, cada día los periódicos y la prensa inundaban sus oficinas con llamadas telefónicas queriendo saberlo todo, desde cómo a Capone le gustaba pasar el tiempo en Alcatraz, hasta la asignación de trabajos que tenía.
Fotografía Penitenciaria de Alcatraz de Al Capone
Antes de llegar a Alcatraz, Capone había sido un maestro de la manipulación en la Penitenciaría de Atlanta. A pesar de las estrictas convicciones de los tribunales, Capone siempre fue capaz de persuadir a los guardias en la adquisición de cada uno de sus caprichos, y con frecuencia dictaba sus propios privilegios. Se dijo que había convencido a muchos guardias a trabajar para él, y su celda estaba llena de muebles caros con ropa y una cama personal, junto con muchas otras comodidades que no se extendió a otros internos que cumplían delitos menores.
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